El alcoholismo es una enfermedad que consiste en padecer una fuerte necesidad de ingerir alcohol etílico, de forma que existe una dependencia física del mismo, manifestada a través de determinados síntomas de abstinencia
cuando no es posible su ingesta. El alcohólico no tiene control sobre
los límites de su consumo y suele ir elevando a lo largo del tiempo su
grado de tolerancia al alcohol.1
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Características
Hasta el momento no existe una causa común conocida de esta adicción,
aunque varios factores pueden desempeñar un papel importante en su
desarrollo y las evidencias muestran que quien tiene un padre o una
madre con alcoholismo tiene mayor probabilidad de adquirir esta
enfermedad, una puede ser el estrés o los problemas que tiene la persona
que lo ingiere.
Eso puede deberse, más que al entorno social, familiar o campañas
publicitarias, a la presencia de ciertos genes que podrían aumentar el
riesgo de alcoholismo.
Algunos otros factores asociados a este padecimiento son la necesidad
de aliviar la ansiedad, conflicto en relaciones interpersonales,
depresión, baja autoestima, facilidad para conseguir el alcohol y
aceptación social del consumo de alcohol.2
Tratamiento
Los tratamientos contra el alcoholismo incluyen programas de
desintoxicación realizados por instituciones médicas. Esto puede suponer
la estancia del paciente durante un periodo indeterminado, (quizás
varias semanas), bajo tutela en hospitales especializados donde puede
que se utilicen determinados medicamentos para evitar el síndrome de abstinencia.
Después del período de desintoxicación, puede someterse al paciente a diversos métodos de terapia de grupo o psicoterapia
para tratar problemas psicológicos de fondo que hayan podido llevar al
paciente a la dependencia. Se puede asimismo apoyar el programa con
terapias que inciten al paciente a repugnar el alcohol mediante fármacos como el disulfiram, que provoca fuertes y repentinas resacas siempre que se consuma alcohol.
La terapia nutricional es otro tratamiento. Muchos alcohólicos tienen síndrome de resistencia a la insulina,
un desorden metabólico debido al cual el cuerpo no regula correctamente
el azúcar causando un suministro inestable a la circulación sanguínea.[cita requerida] Aunque este desorden se puede tratar con una dieta hipoglucémica,
esto puede afectar a su comportamiento y su estado anímico. Estos
síntomas son efectos secundarios que se observan a menudo en alcohólicos
sometidos bajo tratamiento de desintoxicación. Los aspectos metabólicos
del alcoholismo a menudo se pasan por alto dando como resultado
tratamientos de dudosos resultados.
En los años 1990, los grupos de consultas de autoayuda fueron adquiriendo notoriedad por sus logros, como lo ha sido el movimiento de Alcohólicos Anónimos.
Impacto social
El alcoholismo supone un serio riesgo para la salud que a menudo
conlleva el riesgo de una muerte prematura como consecuencia de
afecciones de tipo hepática como la cirrosis hepática, hemorragias internas, intoxicación alcohólica, hepatocarcinoma, accidentes o suicidio.
El alcoholismo no está fijado por la cantidad ingerida en un periodo
determinado: personas afectadas por esta enfermedad pueden seguir
patrones muy diferentes de comportamiento, existiendo tanto alcohólicos
que consumen a diario, como alcohólicos que beben semanalmente,
mensualmente, o sin una periodicidad fija. Si bien el proceso
degenerativo tiende a acortar los plazos entre cada ingesta.
El consumo excesivo y prolongado de esta sustancia va obligando al
organismo a necesitar o requerir cantidades crecientes para sentir los
mismos efectos, a esto se le llama "tolerancia aumentada" y desencadena
un mecanismo adaptativo del cuerpo hasta que llega a un límite en el que
se invierte la supuesta resistencia y entonces "asimila menos", por eso
tolerar más alcohol es en sí un riesgo de alcoholización.
Las defunciones por accidentes relacionados con el alcohol (choques,
atropellamientos y suicidios) ocupan los primeros lugares entre las
causas de muerte en muchos países. Por ejemplo, en España se considera
que el consumo de alcohol-etanol causa más de 100 mil muertes al año,
entre intoxicaciones por borrachera y accidentes de tráfico.3
A su vez, la Secretaría de Salud de México reporta que el abuso del
alcohol se relaciona con el 70% de las muertes por accidentes de
tránsito y es la principal causa de fallecimiento entre los 15 y 30 años
de edad. Se estima que 27 mil mexicanos mueren cada año por accidentes
de tránsito y la mayoría se debe a que se encontraban bajo los efectos
del alcohol.4
País por país
En Argentina, la Asociación Civil Luchemos por la Vida calcula que el consumo de alcohol es el factor determinante en 50% de las muertes en accidentes de tránsito.5 En Chile, el estudio Perfil de conductores de la Región Metropolitana reveló que el 40% de las muertes por accidentes de tránsito ocurren bajo la influencia del alcohol.6
Se considera un consumo excesivo diario, 40 gramos de alcohol en
hombres, debido a su mayor tolerancia al alcohol, y 32 gramos de alcohol
en mujeres. Un detalle que se puede mencionar también en la ingesta
desmedida de alcohol son los patrones de personalidad de la personas
adicta a tales sustancias. Muchos alcohólicos llegan al alcoholismo por
beber para salir de un estado de dificultad para socializar, o por
problemas de baja autoestima. En algunos casos también el mayor o menor
efecto que produce en relación al tiempo de ingestión hasta el momento
en que la tolerancia y procesamiento dejan de ser efectivos. Una persona
con un complejo de inferioridad, entre otros ejemplos, es más propensa a
la poca resistencia al alcohol, pero no es una regla general. Se han
observado en pacientes alcohólicos tolerancia negativa y tolerancia
positiva sin una relación causal aparente.
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